viernes, 1 de enero de 2016

Nuestra vida expuesta a las cámaras

¿Hasta que punto los medios de comunicación de masas pueden controlar nuestras vidas, dónde está el límite entre privacidad y seguridad?

Para escribir este artículo me he inspirado en la película "El show de Truman", que trata sobre el falso mundo en el que vivimos, es decir, en el mundo de la televisión.
En la película, se pueden diferenciar dos tipos de sociedades, una es la que está viendo el show y otra es la que rodea al protagonista(Truman) en su vida diaria.
Los telespectadores son una sociedad enganchada al televisor, que sigue el show de Truman como si sus propias vidas estuvieran ligadas al destino del personaje Truman. Son personas que en la película aparecen siempre mirando la pantalla de la televisión, y que ríen, sufren y lloran siguiendo a Truman.
¿Hasta qué punto son personas estos espectadores? ¿Ejercen su papel de ciudadanos activos, o por el contrario son simples espectadores sentados en un sofá? En la película se muestran una serie de personas que viven para y por el show de Truman. Es lo más importante que hacen cada día: ver ese programa de televisión. Vemos dos guardias de seguridad que se olvidan de su trabajo, una madre que no presta atención a su bebé, una pareja de abuelas que no tienen nada más que hacer… todos ellos han dejado a un lado el mundo real y se centran en seguir la vida de un personaje ficticio.
En la película El Show de Truman se exagera esta adicción a la telvisión para hacer más facil la compresión de este factor de la realidad y hacernos ver la teledependencia del siglo XXI..
El programa de la película (El show de Truman) no tiene mucho interés, pues solo trata de la vida diaria de Truman en la que no ocurren cosas interesantes, pero, ¿por qué este programa es seguido por tanta gente?
Esta respuesta se puede encontrar en los problemas sociales de las personas, que necesitan la vida de otras personas para entretenerse. En España, un claro ejemplo es el del prógrama Sálvame.

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